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Economía y finanzas - La crisis impacta la alimentación de los argentinos

La crisis impacta la alimentación de los argentinos

04/10/19 • 12 min

Economía y finanzas

Debido a la crisis económica que afecta al país sudamericano, los argentinos tienen problemas para alimentarse correctamente, por el aumento de los precios y la escasez de ciertos productos básicos.

Un reportaje de Mariano Melamed, desde Buenos Aires.

>> Haga clic en la imagen para escuchar el programa completo.

Cambiar de opinión en el momento de pagar la cuenta en el supermercado, elegir pollo en vez de carne, comprar leche rebajada para sus hijos que ni siquiera es leche verdadera... Así se vive y así impacta, en Argentina, la aritmética de la crisis.

Los domingos en Buenos Aires, los porteños suelen comprar cruasanes y el pan en la panadería de su barrio, y pastas artesanales para almorzar con la familia. Pero hasta ese modesto placer también entró en zona de riesgo.

La Juvenil es la fábrica de pastas más importante de la ciudad desde hace casi 60 años. Tiene decenas de empleados y varias tiendas, pero no tiene muchos clientes.

Eva Lavandeira, una de las gerentas de la empresa familiar, explica que “la crisis afecta a mucho más gente que uno se imagina, los precios aumentan todos los meses o cada 15 días, y los clientes ya no eligen lo que quieren comer, sino lo que pueden comer”. Desde diciembre, los precios han subido en un 30%, dice Lavandeira, y en general, las ventas han bajado en un 20%.

Florencia Lugrin está a cargo de una panadería en el barrio de Villa Crespo, de clase media. Cuenta que el consumo de pan también se derrumba a medida que el precio de la harina no para de subir: “Como tenemos una estructura de costos fijos que tenemos que mantener (empleados, gas, alquiler), al subir el dólar, sube automáticamente la materia prima de nuestros productos, en este caso el trigo. Lo que nos termina pasando es que reducimos el margen de ganancia y cada vez es peor, por eso hay una crisis bastante importante en la industria y cierran muchas panaderías de tradición, de familias, porque no les dan los números”.

La crisis de la leche

Los pequeños placeres de las clases menos pudientes bien pueden ser recortados en medio de una economía en crisis. Pero el descalabro llegó a un punto donde los alimentos básicos, sobre todo la leche, también se racionan.

¿Cómo, en un país del que se dice que tiene más vacas que habitantes sobre la tierra más fértil del mundo, el precio de la carne está fuera de control y los chicos de familias humildes están tomando leche rebajada? ¿Dónde está la leche que falta y por qué la poca que hay está tan cara?

Según Pablo Villano, el presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), “el motivo principal es que no hay leche, y en cuanto al motivo por el cual no hay leche, por un lado hay un tema climatológico, por otro lado el tema de las exportaciones, y por otro el tema de la baja rentabilidad desde hace unos años”.

“No hay la producción que deberíamos tener”, prosigue Villano. “Hay muy baja oferta, la demanda interna está cayendo, y todas las cosas aumentan, además de la leche”. Para colmo, desde el primer día de abril rige un nuevo esquema de aumentos en precios de gas y combustibles.

Unos hablan de inundaciones, otros de sequía, otros de estacionalidad, o de cambio de hábitos. El analista económico Tomas Lukin comenta que “si bien estos factores explican una parte de los aumentos, las razones más significativas detrás de los aumentos son cuatro o cinco. La primera, el tipo de cambio, las devaluaciones impactan sobre los precios de los alimentos. La segunda, el aumento de las tarifas, que se traduce en costos de la producción más altos. La tercera, la quita de las retenciones o de los derechos de la exportación, lo que permitía desvincular el precio internacional de los alimentos que Argentina exporta de lo que cuestan en las góndolas. La cuarta, los abusos empresarios frente a los aumentos de precios. Y finalmente, hay que remarcar que la política oficial es de asistencia social, pero cuando la política macro va en contra de la creación de empleos y que además la política fiscal recorta gastos en educación, salud, infraestructura y otras áreas claves, la asistencia social se vuelve irrelevante”.

La empresa láctea Mastellone es el único gigante que quedó en pie y que además tiene su propia cadena de distribución, la más grande del país. En esta crisis de la leche la empresa deslizó la responsabilidad hacia las pequeñas compañías que abastecen al interior y supuestamente se manejan en negro.

La economista e investigadora de Flacso, Alejandra Fernandez Scarano, explica que “los tambos se llevan sólo un cuarto del precio final de la leche. Esto es un gran problema porque hay 10.000 tambos y hay muy pocas empresas, sólo cuatro explican más del 50% de la producción de leche en Argentina. Este poder desigual entre los productores y la industria de la leche hace que estos últimos tengan un poder de fijación de precios que ...

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Debido a la crisis económica que afecta al país sudamericano, los argentinos tienen problemas para alimentarse correctamente, por el aumento de los precios y la escasez de ciertos productos básicos.

Un reportaje de Mariano Melamed, desde Buenos Aires.

>> Haga clic en la imagen para escuchar el programa completo.

Cambiar de opinión en el momento de pagar la cuenta en el supermercado, elegir pollo en vez de carne, comprar leche rebajada para sus hijos que ni siquiera es leche verdadera... Así se vive y así impacta, en Argentina, la aritmética de la crisis.

Los domingos en Buenos Aires, los porteños suelen comprar cruasanes y el pan en la panadería de su barrio, y pastas artesanales para almorzar con la familia. Pero hasta ese modesto placer también entró en zona de riesgo.

La Juvenil es la fábrica de pastas más importante de la ciudad desde hace casi 60 años. Tiene decenas de empleados y varias tiendas, pero no tiene muchos clientes.

Eva Lavandeira, una de las gerentas de la empresa familiar, explica que “la crisis afecta a mucho más gente que uno se imagina, los precios aumentan todos los meses o cada 15 días, y los clientes ya no eligen lo que quieren comer, sino lo que pueden comer”. Desde diciembre, los precios han subido en un 30%, dice Lavandeira, y en general, las ventas han bajado en un 20%.

Florencia Lugrin está a cargo de una panadería en el barrio de Villa Crespo, de clase media. Cuenta que el consumo de pan también se derrumba a medida que el precio de la harina no para de subir: “Como tenemos una estructura de costos fijos que tenemos que mantener (empleados, gas, alquiler), al subir el dólar, sube automáticamente la materia prima de nuestros productos, en este caso el trigo. Lo que nos termina pasando es que reducimos el margen de ganancia y cada vez es peor, por eso hay una crisis bastante importante en la industria y cierran muchas panaderías de tradición, de familias, porque no les dan los números”.

La crisis de la leche

Los pequeños placeres de las clases menos pudientes bien pueden ser recortados en medio de una economía en crisis. Pero el descalabro llegó a un punto donde los alimentos básicos, sobre todo la leche, también se racionan.

¿Cómo, en un país del que se dice que tiene más vacas que habitantes sobre la tierra más fértil del mundo, el precio de la carne está fuera de control y los chicos de familias humildes están tomando leche rebajada? ¿Dónde está la leche que falta y por qué la poca que hay está tan cara?

Según Pablo Villano, el presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), “el motivo principal es que no hay leche, y en cuanto al motivo por el cual no hay leche, por un lado hay un tema climatológico, por otro lado el tema de las exportaciones, y por otro el tema de la baja rentabilidad desde hace unos años”.

“No hay la producción que deberíamos tener”, prosigue Villano. “Hay muy baja oferta, la demanda interna está cayendo, y todas las cosas aumentan, además de la leche”. Para colmo, desde el primer día de abril rige un nuevo esquema de aumentos en precios de gas y combustibles.

Unos hablan de inundaciones, otros de sequía, otros de estacionalidad, o de cambio de hábitos. El analista económico Tomas Lukin comenta que “si bien estos factores explican una parte de los aumentos, las razones más significativas detrás de los aumentos son cuatro o cinco. La primera, el tipo de cambio, las devaluaciones impactan sobre los precios de los alimentos. La segunda, el aumento de las tarifas, que se traduce en costos de la producción más altos. La tercera, la quita de las retenciones o de los derechos de la exportación, lo que permitía desvincular el precio internacional de los alimentos que Argentina exporta de lo que cuestan en las góndolas. La cuarta, los abusos empresarios frente a los aumentos de precios. Y finalmente, hay que remarcar que la política oficial es de asistencia social, pero cuando la política macro va en contra de la creación de empleos y que además la política fiscal recorta gastos en educación, salud, infraestructura y otras áreas claves, la asistencia social se vuelve irrelevante”.

La empresa láctea Mastellone es el único gigante que quedó en pie y que además tiene su propia cadena de distribución, la más grande del país. En esta crisis de la leche la empresa deslizó la responsabilidad hacia las pequeñas compañías que abastecen al interior y supuestamente se manejan en negro.

La economista e investigadora de Flacso, Alejandra Fernandez Scarano, explica que “los tambos se llevan sólo un cuarto del precio final de la leche. Esto es un gran problema porque hay 10.000 tambos y hay muy pocas empresas, sólo cuatro explican más del 50% de la producción de leche en Argentina. Este poder desigual entre los productores y la industria de la leche hace que estos últimos tengan un poder de fijación de precios que ...

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undefined - Pescadores franceses inquietos por el Brexit

Pescadores franceses inquietos por el Brexit

Las incertidumbres del Brexit no solo preocupan a las capitales financieras, diversos sectores como el de la pesca, siguen el tema con inquietud. A poco más de dos horas de la capital francesa, los pescadores de Normandía temen que un Brexit duro les impida el acceso a aguas británicas, donde realizan buena parte de sus capturas. El impacto pordía ser considerable.
Visitamos el principal puerto pesquero de la región: Port-en-Bessin.

Cristophe Van Roye, director de la coperativa pesquera Copeport recuerda porqué razón los pescadores normandos comenzaron a pescar en aguas de sus vecinos:

"Tenemos una historia común, fue aquí donde tuvo lugar el desembarco de Normandía y somos vecinos de los británicos desde hace mucho tiempo. A finales de la segunda guerra mundial, muchos barcos habían sido destruidos y el gobierno facilitó la construcción de nuevos barcos de pesca. Pero por las minas y explosivos que bordeaban la costa, se vieron obligados a pescar más lejos, fue así como comenzaron a pescar más cerca de las costas británicas."

Si los pescadores de Normandía pierden el acceso a zonas de pesca situadas en aguas de Gran Bretaña, el problema podría propagarse, como un efecto dominó, a las flotas de otras regiones y banderas.

"Es algo que puede afectar a todo el sector pesquero nacional porque si los barcos pierden acceso a zonas de pesca británicas, se verán obligados a desplazarse hacia otras zonas. Incluídas flotas de Bélgica, Alemania y Holanda, en ese caso sería muy difícil trabajar juntos y pueden haber conflictos. Las fronteras las han puesto los hombres pero los peces no las conocen. 51% de los barcos de pesca de Normandía se verían afectados, son unos 300 barcos, es decir unos 150 empleos directos y 2.200 indirectos, es todo el sector que se vería afectado."

Jérôme Vicquelin, capitán de “La Alianza” un arrastrero de Port en Bessin, de 25 metros botado a comienzos de año explica a RFI:

"Con los ingleses convivimos sin problemas, con leyes y usanzas que nos permiten trabajar en aguas inglesas en todo momento; respetando los controles, las cuotas y el tamaño de las redes. Hasta al momento funciona relativamente bien, pescamos una treintena de especies según la temporada, en esta zona de la Mancha abunda la pesca."

"Si no hay acuerdo, perderíamos más de lo que pensábamos. Con la posibilidad de un acuerdo esperábamos trabajar un poco en la zona inglesa, pero en caso de “No Deal”, sería la línea mediana entre Francia e Inglaterra. Del lado francés, tenemos un perímetro que varía según la temporada, pero la mitad del año pescamos mucho en las zonas inglesas, a veces pueden representar el 50 y hasta el 80% de nuestra pesca."

El impacto económico podría ser severo.

"He invertido en un barco nuevo cerca de tres millones y medios de euros, si no podemos trabajar en las zonas inglesas habrá que vender el barco... Si solo trabajamos en la zona francesa no podremos amortizarlo. El estado debería dar compensaciones, pero no es lo que nos interesa, sería catastrófico para todo el sector."

Difícil saber como terminará esta historia, por el momento los pescadores de Port en Bessin, consultan regularmente sus teléfonos móviles para tener las últimas noticias del Brexit.

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undefined - En América Latina la fiscalidad no reduce las desigualdades

En América Latina la fiscalidad no reduce las desigualdades

Dos recientes estudios, uno de la Organización para la Cooperación y el desarrollo económico OCDE y otro del Instituto Centroamericano de estudios fiscales ICEFI destacan que la recaudación fiscal de América latina, la región más desigual, no contribuye suficientemente a reducirlas. Panamá y Guatemala, vivirán este año procesos electorales, donde el tema fiscal prácticamente ausente del debate.

Una de las primeras observaciones que se desprenden es la baja recaudación tributaria en América latina, muy por debajo del promedio de los países de la OCDE. Un nivel de captación que deja escasos beneficios socio económicos.

América latina sigue siendo la región más desigual, donde el índice de Gini experimenta la menor variación, antes y después de la intervención del estado. Es decir la recaudación fiscal y consiguiente redistribución.

EL problema en algunos países latinoamericanos es que ciertos gobiernos, con los ojos puestos en la deuda pública, han privilegiado la reducción del gasto público, con el consiguiente impacto social y reduciendo los gastos de inversión lo que a su vez compromete el aumento de la productividad y una mejora en las condiciones de vida.

Algunos expertos exploran la posibilidad de redefinir la fiscalidad sobre los recursos naturales, factor importante en los modelos extractivistas que predominan en la región. La pista sugiere, impuestos de medio ambiente que favorezcan un crecimiento y modelo social sostenible, capaz de reducir la desigualdades. Para lo cual, el diseño de nuevas estrategias fiscales podría ser una de las mejores herramientas.

Entrevistados : Abelardo Medina Bermejo, coordinador del área de análisis macro fiscal del ICEFI, Sebastian Nieto Parra, jefe interino de la unida américa latina y el caribe del centro de desarrollo de la OCDE.

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