El Pinche Güey por Prem Dayal

El ser humano tiende naturalmente a lo que nosotros llamamos bondad: o sea a sentimientos como amor, la compasión, el juego, el sentido del humor, la hermandad, la amistad. Es una tendencia natural del ser humano porque dado, que es inteligente entiende que es más feliz si tienes amigos, y no enemigos. El problema es que el ser humano viene educado en función del egoísmo, por una sociedad que ya es neurótica, llena de prejuicios, que no confía en el otro. Los seres humanos son buenos no porque hay una moral atrás sino, porque somos inteligentes.

El tiempo es una idea, no es algo real y la ciencia lo ha demostrado. ¿Tú en este momento quién eres? Eres parte de algo imposible de describir, que no pertenece a la dimensión del tiempo. Dicho así es un concepto pero cuando tú aprendes la meditación, aprendes a caer en el presente, y el presente es una fractura en la línea del tiempo. Este momento presente no pertenece ni pasado ni al futuro. Y el tiempo está hecho de pasado y futuro, no está hecho de presente, porque el presente apenas lo nombras ya se volvió pasado.

Más que tratar de lidiar con la rebeldía de un niño, el primer paso es entender porque esta enojado. Este niño no está loco, está enojado! Y si alguien esta enojado hay seguramente una buena razón para estar enojado. Y si la gente alrededor de él que dice de amarlo, no se da cuenta de porque está enojado, aún más enojo estará. ¿Te has preguntado por qué está molesto este niño "rebelde"? Ser un niño es difícil! Vive en un mundo de adultos donde la mayoría de las veces su opinión no cuenta, donde él se tiene que adaptar a la neurosis de los adultos.

Nosotros vivimos en el jardín del Edén, pero conforme formamos nuestro ego y entra el conocimiento nos alejamos de la comunión con el Edén. Parece como si el comer la manzana del árbol de conocimiento sea un pasaje obligado. Osea no puedes quedarte simplemente niño inocente en el jardín del Edén, para poder apreciar el jardín de Edén tienes que salir de él. Tienes que pasar a través de la madurez del conocimiento. Pero, ¿cómo regresamos al jardín del Edén?

La mujer biológicamente está programada para volverse madre, como cualquier hembra de cualquier especie. En su vida, llega un punto donde todo se predispone. Además toda la sociedad está programada en términos animales. No venimos crecidos en términos espirituales y ¡somos seres espirituales también!