
Cuentos con moraleja
Borja Girón
1 Creador
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Incluyo un pequeño análisis con algunos aprendizajes y moralejas de cada cuento.
Basados en los aprendizajes de los grandes libros para emprendedores.
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Los 10 mejores episodios de Cuentos con moraleja
Goodpods ha curado una lista de los 10 mejores episodios de Cuentos con moraleja, clasificados por el número de escuchas y me gusta que cada episodio ha obtenido de nuestros oyentes. Si estás escuchando Cuentos con moraleja por primera vez, no hay mejor lugar para empezar que con uno de estos episodios destacados. Si eres fan del programa, vota por tu episodio favorito de Cuentos con moraleja añadiendo tus comentarios a la página del episodio.

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Cuentos con moraleja
01/12/24 • 5 min
Más de 40.000 oyentes al mes. Diferentes nichos. Precio competitivo con 50% de descuento a partir del episodio 11 patrocinado.
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1: El ratón de campo y el ratón de ciudad
Cuentos con moraleja
11/19/22 • 7 min
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El Podcast en el que te traigo cuentos para niños y para todas edades con un pequeño análisis de su moraleja y algunos aprendizajes.
Hoy te traigo el cuento...
Ratón de campo y el ratón de ciudad
Érase una vez un ratón que vivía en una humilde madriguera en el campo. Allí, no le hacía falta nada. Tenía una cama de hojas, un cómodo sillón, y flores por todos los lados.
Cuando sentía hambre, el ratón buscaba frutas silvestres, frutos secos y setas, para comer. Además, el ratón tenía una salud de hierro. Por las mañanas, paseaba y corría entre los árboles, y por las tardes, se tumbaba a la sombra de algún árbol, para descansar, o simplemente respirar aire puro. Llevaba una vida muy tranquila y feliz.
Un día, su primo ratón que vivía en la ciudad, vino a visitarle. El ratón de campo le invitó a comer sopa de hierbas. Pero al ratón de la ciudad, acostumbrado a comer comidas más refinadas, no le gustó.
Y además, no se habituó a la vida de campo. Decía que la vida en el campo era demasiado aburrida y que la vida en la ciudad era más emocionante.
Acabó invitando a su primo a viajar con él a la ciudad para comprobar que allí se vive mejor. El ratón de campo no tenía muchas ganas de ir, pero acabó cediendo ante la insistencia del otro ratón.
Nada más llegar a la ciudad, el ratón de campo pudo sentir que su tranquilidad se acababa. El ajetreo de la gran ciudad le asustaba. Había peligros por todas partes.
Había ruidos de coches, humos, mucho polvo, y un ir y venir intenso de las personas. La madriguera de su primo era muy distinta de la suya, y estaba en el sótano de un gran hotel.
Era muy elegante: había camas con colchones de lana, sillones, finas alfombras, y las paredes eran revestidas. Los armarios rebosaban de quesos, y otras cosas ricas.
En el techo colgaba un oloroso jamón. Cuando los dos ratones se disponían a darse un buen banquete, vieron a un gato que se asomaba husmeando a la puerta de la madriguera.
Los ratones huyeron disparados por un agujerillo. Mientras huía, el ratón de campo pensaba en el campo cuando, de repente, oyó gritos de una mujer que, con una escoba en la mano, intentaba darle en la cabeza con el palo, para matarle.
El ratón, más que asustado y hambriento, volvió a la madriguera, dijo adiós a su primo y decidió volver al campo lo antes que pudo.
Los dos se abrazaron y el ratón de campo emprendió el camino de vuelta.
Desde lejos el aroma de queso recién hecho, hizo que se le saltaran las lágrimas, pero eran lágrimas de alegría porque poco faltaba para llegar a su casita.
De vuelta a su casa el ratón de campo pensó que jamás cambiaría su paz por un montón de cosas materiales.
Moralejas:
1- En el campo se vive mejor que en la ciudad. No es del todo cierto.
2- No se necesitan muchas cosas materiales para ser feliz
3- A la gente no le gusta salir de su zona de confort
4- Te puedes acostumbrar a vivir bien en casi cualquier sitio
5- En el campo también hay peligros pero el ratón de campo los conocía y no les daba importancia, al igual que el ratón de ciudad
6- Cada persona vive en su propia mente
7- Hacer ejercicio, descansar y respirar aire puro te da salud de hierro
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20: El cuento del dinero
Cuentos con moraleja
10/18/23 • 4 min
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El Podcast en el que te traigo cuentos cortos para que los niños aprendan sobre finanzas, ventas, desarrollo personal, marketing y emprendimiento.
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Hoy te traigo el cuento de...
¿Estás preparado? ¿Estás preparada?
¡Comenzamos!
En el corazón del Bosque de las Ardillas vivían tres amigos muy curiosos: Sam, el ardillito, Terry, el topo, y Lisa, la liebre. Un día, mientras exploraban el bosque, encontraron un misterioso libro llamado "Hazlo Bien con Tu Dinero".
Intrigados, decidieron llevar el libro de regreso a su madriguera y leerlo juntos. El libro hablaba de la importancia de cuidar su dinero, ahorrar y hacer inversiones inteligentes.
Sam, el ardillito, se emocionó al aprender sobre el ahorro. Decidió comenzar a guardar algunas de las nueces que recolectaba todos los días en una pequeña caja. Cada vez que tenía un extra, lo ponía en su "nuez-banco".
Terry, el topo, se interesó en las inversiones. Leyó sobre cómo invertir sabiamente en proyectos que pudieran crecer con el tiempo. Decidió invertir parte de sus ahorros en semillas de árboles que podrían crecer y dar frutos más adelante.
Lisa, la liebre, se dio cuenta de la importancia de establecer metas financieras. Decidió hacer un plan para ahorrar para un viaje a un lugar especial que siempre había querido visitar.
Con el tiempo, los tres amigos comenzaron a ver los frutos de sus esfuerzos. Sam había ahorrado suficientes nueces para comprar una nueva madriguera cómoda. Terry vio crecer sus árboles y, cuando dieron frutos, vendió la madera, obteniendo una ganancia. Lisa finalmente pudo hacer realidad su sueño de viajar.
El libro de Celia Rubio les había enseñado la importancia de cuidar su dinero, ahorrar y hacer inversiones inteligentes. Descubrieron que, al aprender sobre el manejo del dinero, podían mejorar sus vidas y hacer realidad sus sueños.
Así que, en el Bosque de las Ardillas, Sam, Terry y Lisa siguieron ahorrando y haciendo inversiones inteligentes. Aprendieron que el conocimiento financiero podía ayudarlos a tener un futuro más brillante y a lograr lo que deseaban en la vida.
¿Qué otros aprendizajes puedes sacar tú de este cuento?
Por cierto, este cuento para niños ha sido generado por la inteligencia artificial de chatGPT.
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4: La tortuga y la liebre
Cuentos con moraleja
11/28/22 • 5 min
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Hoy te traigo la fábula de...
La tortuga y la liebre.
En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa y vanidosa, que no cesaba de pregonar que ella era el animal más veloz del bosque, y que se pasaba el día burlándose de la lentitud de la tortuga.
- ¡Eh, tortuga, no corras tanto! Decía la liebre riéndose de la tortuga.
Un día, a la tortuga se le ocurrió hacerle una inusual apuesta a la liebre:
- Liebre, ¿vamos hacer una carrera? Estoy segura de poder ganarte.
- ¿A mí? Preguntó asombrada la liebre.
- Sí, sí, a ti, dijo la tortuga. Pongamos nuestras apuestas y veamos quién gana la carrera.
La liebre, muy engreída, aceptó la apuesta prontamente.
Así que todos los animales se reunieron para presenciar la carrera.
El búho fue el responsable de señalizar los puntos de partida y de llegada. Y así empezó la carrera:
Astuta y muy confiada en sí misma, la liebre salió corriendo, y la tortuga se quedó atrás, tosiendo y envuelta en una nube de polvo.
Cuando empezó a andar, la liebre ya se había perdido de vista.
Sin importarle la ventaja que tenía la liebre sobre ella, la tortuga seguía su ritmo, sin parar.
La liebre, mientras tanto, confiando en que la tortuga tardaría mucho en alcanzarla, se detuvo a la mitad del camino ante un frondoso y verde árbol, y se puso a descansar antes de terminar la carrera.
Allí se quedó dormida, mientras la tortuga seguía caminando, paso tras paso, lentamente, pero sin detenerse.
No se sabe cuánto tiempo la liebre se quedó dormida, pero cuando ella se despertó, vio con pavor que la tortuga se encontraba a tan solo tres pasos de la meta.
En un sobresalto, salió corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era muy tarde: ¡la tortuga había alcanzado la meta y ganado la carrera!
Ese día la liebre aprendió, en medio de una gran humillación, que no hay que burlarse jamás de los demás.
También aprendió que el exceso de confianza y de vanidad, es un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos. Y que nadie, absolutamente nadie, es mejor que nadie.
Moralejas y aprendizajes:
1- La constancia puede ganar a la habilidad innata de algunas personas. Gran secreto para conseguir casi todo. Viendo que nos acercamos aunque sea poco a poco.
2- Valoremos a cada persona por sus capacidades. La liebre no tenía caparazón por ejemplo.
3- Si te dicen algo te lo puedes acabar creyendo aunque no sea cierto
4- Si te lanzan una apuesta de forma muy segura y que parezca fácil ganar desconfía
5- No te burles de los demás.
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30: El cuento del no tengo tiempo
Cuentos con moraleja
06/26/24 • 3 min
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Hoy te traigo el cuento de...
¿Estás preparado? ¿Estás preparada?
¡Comenzamos!
Había una vez un animado bosque donde vivían muchos animales. Entre ellos, estaba Peter, el conejo, un animal muy trabajador pero siempre preocupado por no tener suficiente tiempo para hacer todo lo que quería.
Un día, mientras Peter corría de un lado a otro, se encontró con Sammy, la ardilla, quien parecía estar muy relajada. Peter le preguntó: "Sammy, ¿cómo haces para estar siempre tan tranquila y hacer todo lo que necesitas hacer?"
Sammy sonrió y le dijo: "Peter, la clave está en la gestión del tiempo y la productividad. Cuando tengo muchas cosas que hacer, hago una lista de tareas y las organizo en orden de importancia. Luego, me concentro en una tarea a la vez".
Peter escuchó con atención y decidió probarlo. Esa misma tarde, hizo una lista de las cosas que necesitaba hacer: recolectar zanahorias, cuidar su madriguera y visitar a sus amigos. Priorizó la recolección de zanahorias, ya que era lo más importante para su comida.
Mientras recolectaba zanahorias, Peter no se preocupó por las otras tareas. En lugar de eso, se enfocó en llenar su canasta de zanahorias de manera eficiente. Cuando terminó, se sintió satisfecho y con más tiempo.
Luego, se dirigió a cuidar su madriguera y visitar a sus amigos, pero ahora se sentía menos estresado y más organizado. Sammy tenía razón: la gestión del tiempo y la productividad hacían que las cosas fueran mucho más fáciles.
Con el tiempo, Peter siguió practicando la gestión del tiempo y la productividad. Aprendió a dividir sus tareas en partes más pequeñas y a concentrarse en una cosa a la vez. Descubrió que tenía más tiempo para jugar con sus amigos y hacer las cosas que disfrutaba.
Así que, en el bosque, Peter el conejo aprendió una valiosa lección sobre la productividad y la gestión del tiempo. Descubrió que con un enfoque adecuado, podía hacer más en menos tiempo y disfrutar más de su vida en el hermoso bosque junto a sus amigos.
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3: Los tres cerditos
Cuentos con moraleja
11/19/22 • 6 min
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Los tres cerditos
Junto a sus papás, tres cerditos habían crecido alegremente en una cabaña del bosque.
Y como ya eran mayores, sus papás decidieron que era hora de que hicieran, cada uno, su propia casa.
Los tres cerditos se despidieron de sus papás, y fueron a ver cómo era el mundo.
El primer cerdito, el perezoso de la familia, decidió hacer una casa de paja.
En un minuto la choza estaba hecha.
Y entonces se echó a dormir.
El segundo cerdito, un glotón, prefirió hacer una cabaña de madera.
No tardó mucho en construirla.
Y luego se echó a comer manzanas.
El tercer cerdito, muy trabajador, optó por construirse una casa de ladrillos y cemento.
Tardaría más en construirla pero se sentiría más protegido.
Después de un día de mucho trabajo, la casa quedó preciosa.
Pero ya se empezaba a oír los aullidos del lobo en el bosque.
No tardó mucho para que el lobo se acercara a las casas de los tres cerditos.
Hambriento, el lobo se dirigió a la primera casa y dijo:
- ¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme la puerta o soplaré y tu casa tiraré!.
Como el cerdito no la abrió, el lobo sopló con fuerza, y derrumbó la casa de paja.
El cerdito, temblando de miedo, salió corriendo y entró en la casa de madera de su hermano.
El lobo le siguió.
Y delante de la segunda casa, llamó a la puerta, y dijo:
- ¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme la puerta o soplaré y tu casa tiraré!
Pero el segundo cerdito no la abrió y el lobo sopló y sopló, y la cabaña se fue por los aires.
Asustados, los dos cerditos corrieron y entraron en la casa de ladrillos de su hermano.
Pero, como el lobo estaba decidido a comérselos, llamó a la puerta y gritó:
- ¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme la puerta o soplaré y tu casa tiraré!
Y el cerdito trabajador le dijo:
- ¡Sopla lo que quieras, pero no la abriré!
Entonces el lobo sopló y sopló. Sopló con todas sus fuerzas, pero la casa no se movió.
La casa era muy fuerte y resistente.
El lobo se quedó casi sin aire.
Pero aunque el lobo estaba muy cansado, no desistía. Trajo una escalera, subió al tejado de la casa y se deslizó por el pasaje de la chimenea.
Estaba empeñado en entrar en la casa y comer a los tres cerditos como fuera.
Pero lo que él no sabía es que los cerditos pusieron al final de la chimenea, un caldero con agua hirviendo.
Y el lobo, al caerse por la chimenea acabó quemándose con el agua caliente. Dio un enorme grito y salió corriendo para nunca más volver.
Y así, los cerditos pudieron vivir tranquilamente.
Y tanto el perezoso como el glotón aprendieron que solo con el trabajo se consigue las cosas.
FIN
Aprendizajes y moraleja
1- A veces hay que dedicar más tiempo a las cosas para hacerlas mejor. Investiga, pregunta, mira cómo son las cosas que funcionan y te gustan para aprender.
2- A veces siendo vago te puedes dar sustos pero hay otras personas de las que aprovecharse. Si eres el que trabaja otros intentarán aprovecharse de ti. No está mal ayudarles pero enséñales y déjales que sigan su camino.
3- Está bien pensar en el futuro pero sin obsesionarse. Con un día de construcción fue suficiente.
4- Prevenir es curar. Te ayuda a vivir más tranquilo y mejor.
5- Tener ideas innovadoras es importante. La tercera casa de cemento no se caía con el viento pero el lobo podía entrar por la chimenea. Gracias a estar juntos los tres cerditos sacaron una buena idea. Tres piensan más que uno.
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2: El patito feo
Cuentos con moraleja
11/19/22 • 6 min
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El patito feo
En una hermosa mañana de verano, los huevos que había empollado la mamá Pata empezaban a romperse, uno a uno.
Los patitos fueron saliendo poquito a poco, llenando de felicidad a los papás y a sus amigos.
Estaban tan contentos que casi no se dieron cuenta de que un huevo, el más grande de todos, aún permanecía intacto.
Todos, incluso los patitos recién nacidos, concentraron su atención en el huevo para ver cuándo se rompería.
Al cabo de algunos minutos, el huevo empezó a moverse.
Pronto se pudo ver el pico, luego el cuerpo, y las patas del sonriente pato.
Era el más grande, y para sorpresa de todos, muy distinto de los demás.
Y como era diferente todos empezaron a llamarle el Patito Feo.
La mamá Pata, avergonzada por haber tenido un patito tan feo, le apartó con el ala mientras daba atención a los otros patitos.
El patito feo empezó a darse cuenta de que allí no le querían.
Y a medida que crecía, se creía aún más feo, y tenía que soportar las burlas de todos.
Entonces, en la mañana siguiente, muy temprano, el patito decidió irse de la granja.
Triste y solo, el patito siguió un camino por el bosque hasta llegar a otra granja.
Allí, una vieja granjera le recogió, le dio de comer y beber, y el patito creyó que había encontrado a alguien que le quería.
Pero, al cabo de algunos días se dio cuenta de que la vieja era mala y solo quería engordarle para transformarlo en un segundo plato. El patito salió corriendo como pudo de allí.
El invierno había llegado, y con él, el frío, el hambre y la persecución de los cazadores para el patito feo.
Lo pasó muy mal.
Pero sobrevivió hasta la llegada de la primavera.
Los días pasaron a ser más calurosos y llenos de colores.
Y el patito empezó a animarse otra vez.
Un día, al pasar por un estanque, vio las aves más hermosas que jamás había visto. ¡Eran cisnes!
Y eran elegantes, delicadas y se movían como verdaderas bailarinas, por el agua.
El patito, aún acomplejado por la figura y la torpeza que tenía, se acercó a una de ellas y le preguntó si podía bañarse también en el estanque.
Y uno de los cisnes le contestó:
- Pues, ¡claro que sí! Eres uno de los nuestros.
Y el patito feo dijo:
- ¿Cómo que soy uno de los vuestros? Yo soy feo y torpe, todo lo contrario de vosotros.
Vosotros sois elegantes y vuestras plumas brillan con los rayos del sol.
Y ellos le dijeron:
- Entonces, mira tu reflejo en el agua del estanque y verás cómo no te engañamos.
El patito se miró y lo que vio le dejó sin habla.
¡Había crecido y se había transformado en un precioso cisne!
Y en este momento, él supo que jamás había sido feo.
Él no era un pato sino un cisne.
Y así, el nuevo cisne se unió a los demás y vivió feliz para siempre.
FIN
Aprendizajes
1- Incluso las personas que más te quieren pueden rechazarte y no aceptar como eres por sus creencias limitantes
2- Las personas distintas asustan a la gente por que les hacen darse cuenta de que ellos no son especiales. Y quieren evitarlo a toda costa. La gente especial es la que cambia el mundo.
3- A veces las cosas no son lo que parecen como la idea del patito feo con la vieja granjera
4- Lo que dicen otros de ti te lo acabas creyendo aunque no sea cierto. Cuida también lo que dices de otros.
5- Eres lo que quieras ser. Si quieres creer que eres feo o tonto entonces lo serás. Si quieres creer que eres elegante y listo también lo serás. Y te comportarás como tal.
6- A veces hay que tomar decisiones difíciles e irte de donde no te sientes cómodo para buscar la felicidad
7- Con el tiempo, esfuerzo podemos ser mucho mejores
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5: Zorrito y la trucha
Cuentos con moraleja
12/17/22 • 3 min
Había una vez un pequeño zorro llamado Zorrito que vivía en el bosque junto con su familia.
Zorrito era muy travieso y siempre estaba buscando aventuras nuevas.
Un día, decidió explorar el bosque más allá de su hogar y se encontró con un río cristalino.
Zorrito se quedó mirando el río durante un rato, preguntándose qué habría al otro lado.
Entonces, sin pensarlo dos veces, comenzó a cruzar el río a nado.
A medida que se acercaba al otro lado, Zorrito comenzó a sentirse cansado y empezó a nadar más lento.
De repente, una trucha saltó del agua y le dijo: "¡Espérame, Zorrito! ¡Te ayudaré a cruzar el río!".
La trucha, que se llamaba Trudy, era muy amable y le ofreció a Zorrito subirse a su espalda para cruzar el río.
Zorrito aceptó agradecido y juntos cruzaron el río sin problemas.
Cuando llegaron al otro lado, Trudy le preguntó a Zorrito qué estaba buscando.
Zorrito le dijo que solo quería explorar y conocer más del bosque.
Trudy le sonrió y le dijo: "¡Qué divertido!
A mí también me encanta explorar. ¿Quieres que te muestre algunos de mis lugares favoritos del bosque?".
Zorrito aceptó encantado y Trudy le llevó a conocer lugares maravillosos que nunca había visto antes.
Juntos visitaron una cueva oculta, un árbol lleno de nidos de pájaros y una cascada escondida.
Zorrito se divertía mucho y le agradeció a Trudy por mostrarle todos esos lugares.
Cuando ya estaba anocheciendo, Trudy le dijo a Zorrito que era hora de volver a casa.
Zorrito se sintió un poco triste, pero estaba agradecido por todas las aventuras y experiencias nuevas que había tenido ese día.
Juntos, cruzaron de nuevo el río y regresaron al hogar de Zorrito.
Desde entonces, Zorrito y Trudy se volvieron grandes amigos y siempre se divertían explorando juntos el bosque.
Aprendieron que, a veces, las aventuras más divertidas y emocionantes surgen cuando menos lo esperamos y que siempre es importante ser agradecido por las cosas buenas que tenemos en la vida.
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Por cierto, este posiblemente sea el primer cuento para niños generado por la inteligencia artificial de chatGPT y leído en un podcast.
¿Lo has notado? Dime qué te ha parecido en mi cuenta de Instagram https://instagram.com/borjagiron
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6: La hormiga y la serpiente
Cuentos con moraleja
12/23/22 • 2 min
Había una vez una pequeña hormiga llamada Hormi que vivía en un hormiguero con su familia.
Hormi era muy trabajadora y siempre estaba ocupada recolectando comida para el hormiguero.
Un día, Hormi se encontró con una deliciosa manzana y no pudo resistirse a llevarla de vuelta a casa.
Mientras caminaba hacia el hormiguero, Hormi se encontró con una serpiente que le dijo: "¡Hola, Hormi! ¿Qué tienes ahí? ¡Me encanta la manzana!".
Hormi le dijo a la serpiente que la manzana era para su familia y que no podía compartirla.
La serpiente se enfadó y le dijo a Hormi: "¡Eso no es muy amable de tu parte! ¡Te enseñaré una lección y te robaré la manzana!".
Hormi se asustó y comenzó a correr hacia el hormiguero con todas sus fuerzas.
La serpiente la persiguió, pero Hormi era muy rápida y logró llegar primero al hormiguero.
Cuando la serpiente llegó, Hormi le dijo: "¡Gracias por enseñarme a ser más astuta y rápida! A partir de ahora, siempre estaré alerta y no dejaré que nadie me robe mis cosas".
La serpiente se sintió un poco avergonzada y le dijo a Hormi: "Lo siento, Hormi. No debería haber tratado de robarte la manzana.
¿Quieres que sea tu amiga y te ayude a recolectar comida en el futuro?".
Hormi le dijo que sí y así, Hormi y la serpiente se volvieron grandes amigas y siempre trabajaban juntas para recolectar comida para el hormiguero.
Aprendieron a ser amables y compartir, y disfrutaron de muchas aventuras juntas.
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27: El cuento de las excusas
Cuentos con moraleja
02/08/24 • 5 min
El Podcast en el que te traigo cuentos cortos para que los niños aprendan sobre finanzas, ventas, desarrollo personal, marketing y emprendimiento.
Debes poner mucha atención para aprender todo lo posible y poner en práctica lo aprendido hoy mismo.
Hoy te traigo el cuento de...
¿Estás preparado? ¿Estás preparada?
¡Comenzamos!
En un hermoso bosque vivían tres amigos: Tito el topo, Lola la liebre y Ben el búho. Cada uno tenía sueños y deseos, pero a veces solían decir cosas como "No puedo", "No tengo dinero" o "No tengo tiempo".
Un día, mientras caminaban por el bosque, Tito dijo con tristeza: "Me encantaría aprender a tocar la flauta, pero no sé cómo".
Lola se acercó y le dijo con entusiasmo: "¡Tito, no digas eso! En lugar de decir 'no puedo', podrías decir 'aún no sé cómo, pero puedo aprender'".
Tito se detuvo a pensar en eso y decidió darle una oportunidad a la flauta. Comenzó a practicar todos los días y, con el tiempo, se volvió un músico talentoso. Aprendió que decir "no puedo" era solo una excusa, y que podía superar cualquier desafío si se esforzaba lo suficiente.
Más adelante, Ben mencionó: "Me gustaría viajar a lugares lejanos, pero no tengo dinero para hacerlo". Lola le respondió: "Ben, en lugar de decir 'no tengo dinero', podrías decir 'puedo ahorrar dinero y planear un viaje con el tiempo'".
Ben decidió comenzar a ahorrar una pequeña cantidad de dinero cada semana. Con el tiempo, reunió lo suficiente para emprender su aventura. Aprendió que decir "no tengo dinero" era solo una forma de posponer lo que realmente quería hacer. Con determinación y paciencia, superó ese obstáculo.
Luego, mientras caminaban por el bosque, Lola dijo: "Me encantaría aprender a pintar, pero nunca tengo tiempo". Tito respondió: "Lola, en lugar de decir 'no tengo tiempo', podrías decir 'puedo encontrar tiempo si hago de la pintura una prioridad'".
Lola decidió dedicar un poco de tiempo cada día a su pasión por la pintura. Aprendió que decir "no tengo tiempo" era solo una forma de posponer lo que realmente quería hacer. Al hacer de la pintura una prioridad, descubrió una nueva fuente de alegría en su vida.
Así, en el bosque, los tres amigos aprendieron la valiosa lección de que las palabras que usamos importan. Aprendieron a dejar de usar excusas como "no puedo", "no tengo dinero" o "no tengo tiempo". En su lugar, adoptaron una mentalidad positiva que les permitió perseguir sus sueños y vivir la vida que deseaban. Vivieron más felices y satisfechos, sabiendo que las excusas no podían detenerlos.
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Preguntas frecuentes
¿Cuántos episodios tiene Cuentos con moraleja?
Cuentos con moraleja currently has 31 episodes available.
¿Qué temas cubre Cuentos con moraleja?
The podcast is about Education For Kids, Kids & Family, Podcasts and Stories For Kids.
¿Cuál es el episodio más popular en Cuentos con moraleja?
The episode title '2: El patito feo' is the most popular.
¿Cuál es la duración promedio de los episodios en Cuentos con moraleja?
The average episode length on Cuentos con moraleja is 4 minutes.
¿Con qué frecuencia se lanzan los episodios de Cuentos con moraleja?
Episodes of Cuentos con moraleja are typically released every 7 days.
¿Cuándo fue el primer episodio de Cuentos con moraleja?
The first episode of Cuentos con moraleja was released on Nov 19, 2022.
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